INTERNACIONAL.- Si escuchamos hablar de Alberto Aguilera Valadez muy pocos logran reconocer de quién se está hablando, pero si se menciona a Juan Gabriel más de uno recordará al cantante mexicano que hizo del amor y desamor el eje de inolvidables temas.
Hoy el mundo llora su muerte, ocurrida ayer en Santa Mónica, California, por un infarto a los 66 años, luego que ofreciera un inolvidable concierto.
‘El Divo de Juárez’, nació en Parácuaro, Michoacán, el día 7 de enero de 1950, en la calle 5 de Mayo (hoy calle Juan Gabriel). Es hijo de los campesinos Gabriel Aguilera Rodríguez y Victoria Valadez Rojas. Fue el menor de un total de 10 hermanos: Rosa, quien murió casi recién nacida; Virginia, su única y consentida hermana; José Guadalupe, Gabriel, Pablo, Miguel (ya fallecido) y tres Rafaeles, que también murieron.
Con tan solo 5 años de edad, Alberto Aguilera Valadez ingresó como interno a la escuela de mejoramiento social para menores “El Tribunal” (en lo que es hoy el Instituto Tecnológico de Ciudad Juárez), donde permaneció ocho años.
En esta institución conoció a la directora Micaela Alvarado, y a Juan Contreras, maestro de hojalatería, quien le enseñó a trabajar y a desarrollar su sentido de observación. Alberto siempre lo vio como un padre, maestro y amigo; desde ese momento se convertiría en su protector.
Este hombre enseñó al hoy fallecido cantante a ganarse la vida; aunque quizás el legado más grande fue el enseñarle los amplios conocimientos de música que poseía, así como a tocar la guitarra, en la que Juan Gabriel a los 13 años compondría su primera canción, “La muerte del palomo”.
En recuerdo de este personaje que le permitió acercarse a la música y combinándolo con el de su padre, decidió adoptar el nombre artístico de Juan Gabriel.