La estrella de Hollywood Bill Murray se ofreció a pagar por los celulares que lanzó desde un bar situado en la azotea de un edificio en Carmel, una exclusiva localidad costera de California, Estados Unidos.
Lo que provocó tal ira al actor fue que varias personas intentaran tomarle fotografías con sus teléfonos móviles.
Al ver los flashes de las cámaras Murray se enojó, y según el informe policial arrebató sus celulares a dos personas y los lanzó al vacío.
La policía habló con el actor sobre el incidente, pero decidieron no presentar cargos.
Y los propietarios de los teléfonos estuvieron de acuerdo con eso, informó TMZ, una página web con noticias sobre famosos, tras citar fuentes policiales.
De acuerdo al sitio de internet, Murray estaba "pasando el rato" en la azotea del bar Vesuvio, "un lugar de encuentro de los famosos" que participan en un torneo anual de golf.
La cadena de televisión californiana KSBW especificó, sin embargo, que en el bar estaba teniendo lugar una fiesta del tequila, y que sus anfitriones eran el actor nominado al Oscar por su interpretación en "Lost in Translation" (2003) y el cantante, actor y productor estadounidense Justin Timberlake.
El propietario del local le dijo a TMZ que Murray no estaba bebiendo, pero que se enojó cuando unos cuantos clientes quedaron impresionados al ver a la estrella y comenzaron a tomarle fotos.
"Estaban a solo 10 pies (unos tres metros) de Bill, y se enojó tanto que les arrancó los teléfonos y los lanzó a la azotea de la segunda planta", añadió.
Un portavoz de la policía le explicó a la revista People que recibieron una llamada advirtiendo de un "disturbio", pero que para cuando llegaron al lugar el también protagonista de "Stripes" (1981), "Tootsie" (1984), "Ghostbusters" o "Los cazafantasmas" (1984), "Groundhog Day" o "El día de la marmota" (1993), "The Royal Tenenbaums" (2002) y más recientemente "Gran hotel Budapest" (2014) ya se había ido.