Cuando el 31 de enero pasado se supo que Bobbi Kristina Brown, única hija de la fallecida cantante estadounidense Whitney Houston, había sido encontrada inconsciente en la bañera de su casa de Atlanta (sureste de Estados Unidos), a nadie se le pasó por alto la trágica coincidencia de la situación.
Tres años antes -el 11 de febrero de 2012- su madre había sido hallada sin vida en la bañera de la habitación que ocupaba en un hotel de Los Ángeles (California), ciudad a la que había viajado para asistir a la entrega de los premios Grammy.
Los que la conocían aseguraban que a la joven de 22 años, quien falleció este domingo tras pasar seis meses en un coma inducido, le costó superar la muerte de su progenitora, a la que estaba muy unida, particularmente después de que Houston se divorciara de su padre, el cantante Bobby Brown.
Kristen Foster, representante de la familia, dijo que la joven murió rodeada de los suyos en un hospital de cuidados paliativos de Duluth, Georgia, en el que había sido ingresada a finales de junio después de que su estado de salud empeorara.
"Finalmente está en paz en los brazos de Dios. Una vez más queremos dar las gracias a todos por la impresionante cantidad de amor y apoyo demostrados en los últimos meses", señaló la portavoz de los Houston.
Inconsciente en la bañera
Está por ver qué consecuencias tendrá la muerte de Bobbi Kristina Brown, que es investigada por las autoridades.
Fue Nick Gordon, el joven al que ella se refería como su esposo y que su madre había adoptado extraoficialmente cuando este tenía 12 años, el que trató de reanimarla cuando apareció inconsciente en la bañera de la casa que ambos compartían.
Se informó de que había sufrido importantes daños cerebrales, motivo por el que los médicos la colocaron en coma inducido. Nunca recuperó la consciencia.
El cuerpo de la joven presentaba varias marcas y Nick Gordon aseguró a las autoridades que estas eran resultado de los esfuerzos que hizo para revivirla.
Un informe policial describió el incidente como un "ahogamiento" y se abrió una investigación criminal.
Desde que la joven fue hospitalizada, la familia Houston prohibió que Gordon la visitara y a fines de junio presentaron una demanda civil contra él, acusándole de abuso físico y de retirar dinero sin autorización de la cuenta bancaria de su pareja.
Relación tumultuosa
Whitney Houston y el cantante Bobbi Brown contrajeron matrimonio en 1992 y en 1993 nació Bobbi Kristina.
Desde pequeña tuvo que acostumbrarse al circo mediatico que rodeaba a sus padres, protagonistas de una tumultuosa relación, a la que muchos culpan del ocaso de la carrera de Houston y que acabó en divorcio en 2007.
La muerte en 2012 de Whitney Houston -atribuida en parte al consumo crónico de cocaína de la cantante- supuso un duro golpe para Bobbi Kristina, quien había mostrado interés en seguir los pasos de su madre en el mundo del espectáculo.
Meses después del fallecimiento de Houston, la joven -quien en mayo quedó bajo la tutela de su abuela materna y su padre- apareció en aparente estado de ebriedad en un programa de telerrealidad protagonizado por los Houston.
Algunos medios en EE.UU. especularon con la posibilidad de que -igual que sus progenitores- también consumiera sustancias ilícitas, algo que ella negó tajantemente.
En los últimos años Bobbi Kristina se había refugiado en la relación que mantenía con Nick Gordon, al que llamaba su marido, pese a que su familia niega que la pareja hubiera contraído matrimonio.
Las autoridades están investigando las circunstancias que rodearon el ahogamiento de la joven y los Houston han demandado a Gordon, al que acusan de maltrato y apropiación de fondos.
Este domingo, famosos como la presentadora Oprah Winfrey, la actriz Taraji P. Henson o la directora de cine Ava DuVernay, mostraron su pesar en las redes sociales por la muerte de Bobbi Kristina Brown.
Se trata de un triste final para una joven marcada por la fama y la trágica desaparición de su madre.